martes, 7 de julio de 2015

Cresta de los Besiberris



Al fin se dejan hacer los Besiberris.
Totalidad de la cresta vista des de el Besiberri Norte.

Volvemos a proponer los Besiberris para realizar su cresta, esta ya la hemos intentado hacerla en varias ocasiones, pero por culpa del tiempo o porque los días de cada uno no cuadran, no se acaba de realizar. Esta vez tampoco hay suerte para las fechas entre unos y otros. Decidimos hacer un par de grupos para poder realizar esta cresta y que cada uno tenga suerte con ella y con la meteorología.
Recorrido realizado.

Mi grupo lo componemos: Nuria mi gran compañera, mi gran y buen amigo Raúl y claro está un servidor. La ruta la tenemos clara desde hace tiempo, yo tengo más que aprendida la cresta, y además  he leído infinidad de información (como siempre ha de hacerse antes de ir hacer algo de montaña). La realizaremos en dos días, uno de aproximación y otro de ataque a la montaña, solo cabe esperar que la meteorología sea buena para los días que queremos realizarla.
De derecha a Izquierda: Nuria, Raúl y un servidor.

Llega el momento y el grupo está listo, la meteorología es buenísima, los astros se han alineado y después de muchos intentos, parece que esta será la definitiva, siempre que las cosas vayan bien allá arriba.
Sabado 27 de Junio de 2015, salimos de Barcelona sobre las 10:15, para ir a Sant Quirze a recoger a Raúl; hacia las 11:00 nos ponemos rumbo a nuestro destino. Mi querido amigo Raúl duerme como un niño pequeño durante casi todo trayecto. Paramos a comer por el camino ya que no tenemos mucha prisa, vamos con tiempo suficiente.

Hacia las tres y pico llegamos a la Presa de Cavallers. Nos preparamos y nos ponemos en marcha, tenemos un recorrido corto en kilometraje, pero intenso en desnivel, casi 750m. positivos. La subida del Barranco de Riumalo, no es muy agradecida que se pueda decir, además, el calor infernal que está haciendo tampoco ayuda a que esta sea más agradable; la sensación de calor es asfixiante, nos bebemos casi todo el liquido que llevamos en la ascensión. En casi tres horas nos situamos en el estanque de Malavesina (2.510m.), donde montaremos nuestro pequeño vivac. Este tendremos que buscarlo ya que los que hay alrededor están cogidos por otros montañeros que nos dan la bienvenida al pequeño campamento de los Besiberris. Encontramos sin querer el emplazamiento perfecto donde colocarnos, cenar y pasar la noche.
Vistas del recorrido y el Besiberri Norte desde Pletiu de Riumalo.

Yo paso una noche de perros, apenas puedo dormir, no acabo de encontrar la postura y no paro de moverme durante toda la noche, en cambio mis compañeros de aventura duermen mejor, Nuria descansa mejor que yo, pero Raúl se lleva la palma, duerme como si estuviera en casa, incluso le escucho roncar (que envidia me da), bueno al menos alguien descansa, mientras yo disfruto del fresco y de la preciosa noche que se ha quedado, limpia sin nubes, con una luna casi llena y el cielo plagado de estrellas.
Nuestro vivac de categoria 1.000 estrellas superior.

5:30 suena el despertador, bueno Raúl es el que nos despierta, que con la claridad del amanecer no puede seguir durmiendo, normal, si yo hubiera dormido como el seguro que me ocurre lo mismo. Desayunamos y desmontamos el vivac, y acabamos de preparar las cosas Nuria y yo, Raúl que para esto tiene un don lo tiene todo listo en apenas 5 min. y esta que se sube por las paredes para tirar para arriba (se nota su nerviosismo), pero no dice nada, lo conozco como si lo hubiera parido. Al final a las 6:30 nos ponemos en marcha, vamos subiendo por neveros y roca, hasta llegar al pie del Besiberri Norte, dos horas desde el vivac. Subimos por una chimenea amplia, un poco con tendencia a la izquierda en diagonal, que tiene pasos de II grado, diría yo, el resto se sube bastante bien, en poco más de 20 minutos estamos en la cima del Besiberri Norte (3.015m.). Pequeño descanso disfrutando de las vistas y continuamos ya que aun nos queda mucho trayecto por realizar.
Las vistas son espectaculares.

La Punta Alta nos vigila desde el este.

Y Aneto y las Madaletas desde el Oeste.

El recorrido de esta parte de la cresta es más lento, casi en todo momento vamos por su vertiente oeste asomándonos de tanto en tanto a la vertiente este, pasamos la Brecha Jaume Oliveras y seguimos divirtiéndonos por la cresta en busca de los rapeles antes de la Brecha Salles, dos cortos rapeles para salvar la Brecha. Después de estos, afrontamos el único paso donde aseguramos el paso para no tener ningún susto. Una pequeña placa de III grado, creo, el cual subo en libre y monto reunión para que suban mis compañeros asegurados.
Los dos rapeles cortos.

Nuria e Ivo, preparando el rapel.

Nuria rapelando, mientras Ivo espera. (Foto Raúl)

Placa de III grado. Recorrido por donde subimos.

Seguimos con la cresta hacia nuestra siguiente cima, el Besiberri del Medio Norte o Pico Simó, antiguo tres mil (3.002m.) descatalogado de la lista y reducido a (2.996m.) desde el Besiberri Norte nos separan casi 2h. y 45min. Al Besiberri del Medio Sur o Pico Jolis, otro antiguo tres mil (3.003m.) y ahora (2.995m.) nos lleva poco más de cinco minutos. Aprovechamos para comer hidratarnos y descansar un ratillo, para proseguir hacia el Besiberri Sur. Una hora y media nos lleva el trayecto de la cresta, cruzar el nevero y subir por el pequeño corredor de acceso (30º) a la cumbre del Besiberri Sur (3.030m.). Al fin, al fin he subido las cumbres de los Besiberris, y con una compañía de lujo.
Flanqueo por el nevero en busca del Besiberri Sur.

Pequeño corredor de acceso al Besiberri Sur.

Pero el trayecto no ha acabado, aun nos queda el Pico de Comaloforno y además para postre, en dirección contraria a la que nosotros vamos, vienen dos grandes amigos Vanessa y Ernest, que vienen de hacer la Punta Passet y el Comaloforno. Nos cruzamos con ellos en medio de la cresta del Besiberri Sur al Comaloforno, charlamos un ratillo animadamente y nos hacemos la foto de rigor para que conste que estuvimos allí arriba los cinco juntos, pero con rutas diferentes.
Todos juntos: Ernest, Vanessa, Nuria, Raúl y Yo.

Después de las risas y la pequeña charla, cada uno continua su camino (hemos quedado en vernos después, en Barruera). Al poco rato hacemos cumbre en la que será nuestra última cima del día, el Pico de Comaloforno (3.033m.), foto, hidratación y alimento para el cuerpo y a continuar nuestra aventura, aun nos queda bajar y la ruta de descenso, la tenia clara por mapa y en el terreno, era calzarnos crampones y no quitárnoslo hasta el vivac, íbamos a bajar por nieve todo el rato, nos resultaría más fácil y también que sería algo más rápida.
Cresta realizada vista desde el Comaloforno. IMPRESIONANTE.

Rutas de ascenso y descenso.
Llegando al Ibon de Malavesina.

En dos horas nos plantamos en el vivac. Recogemos el material escondido y volvemos hacer las mochilas, estas vuelven a pesar más y las fuerzas ya no son las mismas, se notan las caras de cansancio y aun nos quedan dos horas de bajada hasta el coche. La bajada del Barranco de Riumalo es horrorosa, cada uno baja como puede, Raúl va tirando solo hacia abajo, el barranco lo está acabando de machacar, como a todos. Llevamos una pequeña paliza en el cuerpo y  hay que estar preparado para estos envites (física y psicológicamente). Nuria y yo bajamos más tranquilos, pero el dichoso barranco es agobiante, parece que no se acaba nunca, además tenemos un ejército de moscas revoloteando alrededor nuestro, que aun hace que nos agobie algo más el camino. Al fin llegamos al Pletiu de la Obaga, cabecera del Embalse de Cavallers, solo no queda bordear este y habremos cerrado el círculo del fin de semana.
Besiberri Norte. (Foto Raúl)

Besiberri del Mig Norte o Pico Simó. (Foto Raúl)

Besiberri Sur.

Pico Comaloforno.

Fin de semana espectacular. Buen tiempo, inmejorable compañía, la lastima ha sido no poder venir todo el grupo, habría estado muy bien, pero ya habrá otras oportunidades y otros proyectos.
Gracias a mis dos compañeros de aventura y a mis dos compañeros de visita en la aventura, por compartir estas grandes y maravillosas experiencias y momentos. Esta vez nos comimos el pastel entero con guinda incluida.
Yo, personalmente voy tachando mis pequeños proyectos, que no son pocos y además siguen acumulándose en mi cabeza.

Lo bonito de este deporte, afición, pasión, es que siempre hay y habrá rutas y lugares que visitar, ya sea en compañía o en solitario, y de las que disfrutar.

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